Siete de cada diez compañías a las que preguntamos qué procesos han emprendido en el ámbito digital, hablan de BDA
El aprovechamiento máximo del valor de los datos en las organizaciones es uno de los elementos clave de la transformación digital. Big Data y la aplicación de herramientas de Analítica Avanzada contribuyen a la mejora de las operaciones y procesos organizativos, y sin duda suponen un mejor entendimiento de los mismos. La transformación digital, significa: dato, negocio y tecnología.

Luisa Casañer, Head of Analytics en Ibermática/Digital.
Sin duda al acercarnos a nuestros clientes hoy en día, encontramos que prácticamente siete de cada diez compañías a las que preguntamos qué procesos han emprendido en el ámbito digital, hablan de BDA. Y es que esta tecnología ya ha evolucionado: Big Data ha pasado de ser un mercado poco maduro en años anteriores, a convertirse en la clave de esta transformación en las empresas que ahora quieren invertir en cómo monetizar sus datos, hacer un marketing más eficaz, generar servicios más relevantes y personalizados para los clientes, mejorar la calidad de estos servicios, minimizar costes de mantenimiento de activos o, investigación, prevenir el fraude, etc. La apuesta es clara en cuanto a su inversión para los próximos años en estas tecnologías como “tractor” de su proceso de trasformación digital.
Un reto liderado por el CIO
Cuando una empresa se plantea abordar un proyecto en Big Data, las iniciativas suelen partir de negocio, que tiene claras sus necesidades y esponsoriza el proyecto, pero no las infraestructuras ni la tecnología, ya que solo lo lidera pensando en el valor que les aportará. El reto realmente lo tienen los departamentos de IT, que han de asumir la “adopción” de este nuevo ecosistema. Lo hemos vivido en directo con algunos de nuestros clientes.
IT ya tiene interiorizados proyectos y tecnologías en otros sistemas informacionales más tradicionales, como los Data warehouse, pero el BDA supone hablar de nuevos ciclos de vida de desarrollo de proyectos, nuevas plataformas para su gestión y administración, nuevas fuentes de datos externas en ocasiones y no estructuradas que afectan a los procesos de Calidad y Gobierno del dato ya consolidados y establecidos… Surgen nuevos paradigmas en la seguridad del dato y su encriptación, nuevos perfiles para los desarrollos (data engineer, data architect, científicos de datos con mezcla de perfil de negocio y tecnológico,..), difíciles de encontrar con disponibilidad razonable en estos momentos en el mercado laboral y nuevas formas de abordar los despliegues y desarrollos del software (devops, kubernetes, etc..).
Por no recordar que este sistema ha de integrase con las aplicaciones ya existentes, y que su evolución tecnológica es prácticamente constante e imparable, en cuanto a versiones y nuevos componentes. Esto hace que las compañías decidan no abordar este tipo de proyectos on-premise y prefieran apostar por la estrategia en la nube.
Estrategia en la nube
Depende del grado de madurez digital de la compañía, los beneficios de la apuesta por el Cloud son diferentes. En las start up, una de las premisas del éxito en los sistemas de Big Data, en cuanto a su implantación y despliegue, es “experimenta en pequeño, pero piensa en grande”. Desplegar en el Cloud estos primeros casos de Big Data, cuando su envergadura a futuro no está totalmente contrastada, ayuda a TI a ofrecer al negocio soluciones más innovadoras y más baratas, optimizando la infraestructura y pagando solo por lo que se necesita -menor TCO.
Otras compañías, cuyos datos no requieren una estricta política de implantación de BDA on-premise, piensan en IaaS (Infrastructure as a Service), PaaS (Platforms as a Service) y SaaS (Software as a Service), permitiendo simplificar las tareas relacionadas con el manejo de la infraestructura y las tecnologías de base que no aportan valor real, para centrar sus esfuerzos en el desarrollo de casos y aplicaciones, para aportar valor al negocio y ganar en la agilidad necesaria para competir en un momento en el que los clientes van más rápido que las empresas. En estas empresas, con madurez digital probada, el departamento de IT se desborda y es imposible pensar en dar servicio a negocio si no es apoyándose en una estrategia Cloud, en una primera fase privada, para después pasar a una estrategia híbrida, pública o multicloud.
En busca del proveedor adecuado
Con el uso de los entornos Cloud, el acceso a la tecnología se ha democratizado bastante. Hay que hacer una consultoría de negocio y ver qué necesita el cliente. El elemento clave es que las consultoras tenemos que ayudar a que las empresas puedan adaptarse al proceso de transformación digital. Es clave elegir “los socios adecuados” porque no hay nada establecido. Hay que aceptar cualquier propuesta de valor y seleccionar los partners que están más alineados con lo que se quiere conseguir.
Se trata de tener flexibilidad y pensar que es un camino que no tiene un final predeterminado. Si como Empresa te conviertes para el cliente y los fabricantes tecnológicos en un partner que apuesta por la investigación aterrizada al negocio, basándose en un plan estratégico de Compañía que implica que sus profesionales, su talento, y sus medios son los adecuados para acompañar a las compañías en abordar con éxito su estrategia en BDA, Cloud, y en general, la innovación tecnológica, realmente afianzarás tu posición en el mercado futuro. Al menos es lo que intentamos en Ibermática.