Los servicios de urgencias, tanto públicos como privados, se encuentran cada vez más saturados, lo que repercute en una merma evidente de la calidad asistencial a los pacientes.
Como consecuencia, los sistemas de triaje se convierten en elementos indispensables para el personal de los servicios de urgencias, ya que ayudan a mejorar la calidad asistencial, la eficacia y a reducir la congestión del servicio.