Inteligencia artificial conversacional

Ibermática Inteligencia Artificial

Francisco Cantón

La evolución tecnológica ocurre en muy poco tiempo, cada vez más aceleradamente y nos impacta rápidamente, pero hay que aprender a usar las nuevas herramientas e integrarlas en nuestro quehacer

Hay una noticia sobre tecnología que ha inundado los espacios de diferentes medios de comunicación en los últimos meses. Hablamos de ChatGPT. La herramienta de la empresa OpenAI acapara comentarios dentro del actual escenario donde la inteligencia artificial aparece de manera entre omnipresente y omnisciente. Son muchos los aspectos desde los que se puede abordar una opinión acerca del desarrollo de esta disciplina, nacida a mediados del siglo pasado y cuyas herramientas no dejan de crecer en sofisticación. En la materia que puede ocuparnos en estas líneas, el abordaje puede estar en lo relacionado con los cambios que ha de producir en el trabajo individual y en nuestras organizaciones. Ganancias de productividad, reducción de costes y enriquecimiento de aquello que entregamos a nuestros clientes o usuarios.

Francisco Cantón

Francisco Cantón, gerente en CoE SAP de Ibermática an Ayesa company.

Desde una óptica pesimista, nos alertan las consecuencias que pueden derivarse de la expansión del uso de estas herramientas en términos de amortización de puestos de trabajo actualmente ocupados por personas. Esto lleva ocurriendo desde el origen de los tiempos: nuevas tecnologías, avances científicos, cambios sociales, etcétera, que han conllevado la desaparición y aparición de oficios, empresas y puestos de trabajo. En una perspectiva temporal, asombra ver cuántos han aparecido y desaparecido en los últimos decenios. Aprovechando el chascarrillo, a las balas se les debe temer por la velocidad que alcanzan. Eso mismo ocurre con los actuales desarrollos de la tecnología. Están ocurriendo en muy poco tiempo, cada vez más aceleradamente y nos impactan rápidamente sin importar dónde amanecen.

Hoy nadie se asombra de que un robot sustituya un puesto de trabajo en una fábrica o almacén. Es un proceso que se observa con normalidad. Tampoco nos asombramos del uso de exoesqueletos, por ejemplo, para reducir penalidades de determinados puestos de trabajo. Si hay tareas penosas, repetitivas y de escaso valor añadido, es razonable que sean realizadas por máquinas. Se libera a humanos de esas penalidades, eleva la calidad del trabajo y aumenta eficacia y eficiencia.

Lo que nos puso nerviosos es que esos procesos salieran de fábricas y almacenes y aterrizado en nuestras oficinas. Estábamos a gusto en ese reducto de ‘cuello blanco’. Con la robotización de procesos hemos empezado por aquellos puestos de trabajo que realizan tareas repetitivas, penosas y que añaden escaso valor -sobre todo si las puede realizar una máquina de manera más fiable-. ¿Qué sentido tiene que no podamos liberar a los humanos atrapados en esos puestos u obligados a zambullirse en esas tareas en un porcentaje de su tiempo de trabajo?

Esta última generación de herramientas invade un nuevo terreno de operaciones. Y son solo una avanzadilla, según sus creadores. Pensábamos que tardaría mucho más en llegar este progreso que amenaza tareas calificadas como más creativas. Nos prometían que tardaría mucho en ocurrir, si ocurría. ChatGPT o DALL-E para las imágenes generan mucho debate. Ahora, tras la sorpresa inicial, comenzamos a escuchar aplicaciones más concretas que ayudarán a sacar partido de estas herramientas. No valen para todo, pero ya están aquí.

Debemos aprender a usar estas herramientas. A integrarlas en nuestro quehacer. Vemos una humanidad extendida que se beneficia de su potencial para evitar tareas que consumen tiempo y esfuerzo con escasa productividad. Tenemos que aprender a trabajar con ellas y a que nos vean trabajando con ellas. Los ojos que miran y valoran el trabajo también tienen que aprender a convivir con el uso de estas herramientas en el desarrollo de nuestras actividades.

El resto es política. Buscar soluciones para un tiempo en el que convivirán cada vez más generaciones con conocimientos y capacidades muy distintas. Las respuestas quizás sean desconocidas hoy, pero hay que ir componiéndolas.

- TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR -

Ir a IBM reconoce a Ayesa-Ibermática como su mejor partner del año en proyectos de...

IBM reconoce a Ayesa-Ibermática como su mejor partner del año en proyectos de ciberseguridad

16 noviembre, 2023

Ayesa, proveedor global de servicios de tecnología e ingeniería del que forma parte Ibermática, ha sido reconocido por IBM como ...

Ir a Ayesa lleva a la final de los premios enerTIC los proyectos Mercedes-Benz, BS...

Ayesa lleva a la final de los premios enerTIC los proyectos Mercedes-Benz, BSM e Innovi

24 octubre, 2023

Ayesa, proveedor global de servicios de tecnología e ingeniería, vuelve un año más a los enerTIC Awards, los premios más ...